lunes, 4 de julio de 2011

"NO ME CHILLES QUE NO TE VEO" (See no evil, hear no evil, 1988)

Película que me ha hecho reir siempre que la he visto, tanto en su día en cine, (unas tres veces incluído uno de verano que hubo en mi pueblo), como en vídeo, televisión o ahora en dvd.
La historia es original, aunque parezca simple; se produce un asesinato en una pequeña tienda cuyo propietario es sordo, y quien estaba en ese momento con él, trabajando allí, es ciego. Y ocurre que, en el momento crucial del disparo, el ciego lo oyó y el sordo no lo vió. Detrás de ese asesinato, hay algo más importante y peliagudo, hasta el punto que la vida de éstos dos corre serio peligro.
Para los anales de la historia de la comedia, (en mi opinión), está la secuencia del interrogatorio a ambos. Un policía le habla al sordo, de espaldas a él, y como sólo entiende lo que se le dice si se está delante para así poder leer los labios, el policía, ya mosqueado pensando que le estaba tomando el pelo, se pone frente al sordo por sugerencia del ciego, y le pregunta con mucha lentitud. El sordo, le replica igual, ó más despacio aún. Cuando el policía pregunta al ciego por qué habla así su amigo, éste le contesta, (hablando también despacio); "Porque .. es... sordo ... pero no... ¡gilipollas!". Pocas veces he visto carcajadas mayores que con ésta secuencia, pero es que algo así se dió varias veces en la película, como cuando el ciego ayuda a cruzar a otro ciego ó la pelea en el bar "Harvey pincha muros". Gene Wilder está sobervio como sordo, pero es que Richard Pryor parece ciego de toda la vida. Como curiosidad, citar que uno de los "malos" de la película, estaba interpretado por un entonces poco conocido Kevin Spacey, futuro Oscar a mejor actor por "American beauty".
Mi nota, un 9. Sobresaliente. Me hace reir siempre que la veo y lo mismo a muchos que la han visto conmigo. Inolvidable.

sábado, 2 de julio de 2011

"LOS QUE TOCAN EL PIANO" (1968)

A mi modo de ver, estamos ante la mejor comedia sobre pícaros que se ha hecho en nuestro país junto a "Los tramposos", naturalmente.
"Los que tocan el piano" hace alusión, en el título, a aquellos que son fichados por la policía, y ponen sus dedos, sus huellas, en la ficha policial, de ahí lo de "tocar el piano".
La historia nos cuenta las aventuras y sobre todo desventuras de tres pobres pícaros que se ganan la vida con engaños y "números" varios. A ellos se unirá un cuarto miembro, que ha pasado un tiempo en el extranjero, y parece una eminencia en la materia. De cualquier forma, los cuato resultan ser unos pobres diablos. Tony Leblanc, Alfredo Landa, Concha Velasco y Manuel Gómez Bur son esos cuatro. José Bódalo, en la primera película suya que tuve ocasión de ver y que desde entonces me ha gustado especialmente, interpreta a un comisario de policía que domina la jerga, el lenguaje popular entre policías y delincuentes. Bódalo y Alfredo Landa tienen uno de los momentos más brillantes de entre los muchos del film, cuando el primero, como comisario, interroga al segundo, aquí "el Torralba", empleando esa jerga, ante la cual, Torralba contesta "Ye ... ne compren pá ..sólo hablo español". Y cuando le preguntan por Madrid, qué le ha parecido, (pues él viene de un pueblo), Torralba contesta, muy serio y cortado; "Grande..muy grande.. ¡y mucho personal, ¿eh?". Y bueno.. mucho más. Es una secuencia que nunca me cansaré de ver y siempre me hará reir.
Destacaría también cuando aprenden kárate y se examinan, otra para los anales de la comedia en nuestro país. Y sobre todo, es digno de mencionar el uso que se hace de la música, con un tema para cada personaje, (el de "el torralba·, regional 100%), y casi cada momento, muy cómica y más propia de unos dibujos animados, con muchos efectos sonoros. Tiene diálogos MEMORABLES y los gags con el personaje de "Saza" como Tadeo Ramírez "el candidato", son brillantes, especialmente el de la muela. Casi se diría que se vislumbraba ese "Saza" en sus películas posteriores con Berlanga, víctima de faenas varias, tanto en "La escopeta nacional" como en "¡Todos a la cárcel!". Claro, que ésta es una opinión personal.
Resumiendo... un 10 en lo suyo para ésta película, con momentos para llorar de risa y un guión y puesta en escena para mí redondos. No olvidaré nunca muchos de los diálogos de ésta película ni la musiquilla que acompaña a "el torralba", sin olvidar a Tony Leblanc como el "cocosabio" intentando partir el ladrillo en la clase de kárate. Estamos de verdad ante una de las mejores comedias de la historia de nuestro cine.

viernes, 1 de julio de 2011

"ROCKY BALBOA" (2006)

Con ésta película, en el cine, me emocioné con los títulos de crédito iniciales y con casi todo en general. Lo que diré a continuación viene de lo más profundo del corazón de un cinéfilo. El hecho que hoy día podamos sentir, (al menos en parte), lo que pudieron sentir nuestros padres y millones de personas en todo el mundo, hace décadas, con esa música inolvidable y personajes tan carismáticos... es muy especial. En éste 2006, habían pasado ¡30 años! de la primera y mejor película de la saga, "Rocky", y ¡16! de la que era última hasta ésta que nos ocupa, ("Rocky V", la más flojilla pero digna como todas en mi opinión), y Stallone acababa de dar un dignísimo colofón a dicha saga. De entrada, los acordes del archiconocido "Gonna fly now" de Bill Conti, te ponen los pelos de punta. Y el saber que Adrianne ya no está con Rocky, te predispone a emocionarte, si o si. Cuando ves a Paulie, (Burt Young), y al viejo entrenador de Apollo Creed, (Delroy Lindo), te vienen tantos y tan bellos recuerdos, (todo ésto lo digo contando que la gran mayoría ha visto al menos dos ó tres películas de la saga cuando no todas como yo), que de nuevo no puede uno evitar emocionarse. Y si además tenemos imágenes de las anteriores películas... lloras (yo por lo menos lloré).
Nostalgia al margen, (y sólo por eso ya vale la pena ver la película), la historia está muy bien. Rocky, (Stallone), está ya mayor, cincuentón, y apartado del boxeo. Su mujer ya no está a su lado, aunque aún le queda su cuñado, Paulie. Su hijo quiere abrirse paso en el mundo laboral y entre sus amistades, deseoso que nadie sepa de quien es hijo, para estar seguro de ganarse lo que tiene por su valía. La vida de Rocky, dista mucho de ser emocionante y plena de acción como lo era un par de décadas atrás. Su corazón es el de un guerrero que necesita retos. Una simulación por ordenador en un programa deportivo, de un combate entre el actual Campeón del Mundo de pesos pesados, Dixon (el Campeón real, pero de semipesado, Antonio Tarver), y el Rocky de los ochenta, plantea dudas y curiosidad entre el público aficionado al noble arte; ¿podría Rocky ganar al Campeón actual?. En medio, una historia muy bonita con la dueña de un bar algo cutre, a la que Rocky intentó aleccionar cuando era una cría de doce años. A destacar también ese perro al que Rocky adopta, viejo como él. Una parte muy tierna.
Un 9 para ésta película. Me gustó mucho, y a todo aquel que me conoce le digo lo mismo; me parece la mejor de la saga junto a la primera, aunque, indudablemente, a nivel de acción y espectacularidad, me quedo con la tercera y la cuarta.

miércoles, 29 de junio de 2011

"SESIÓN CONTÍNUA" (1984)

Siempre he dicho que ésta es una muy buena película sobre cine, protagonizada por grandes actores de teatro, especialmente Adolfo Marsillach y Jesús Puente, aunque también José Bódalo y Encarna Paso. Todos han hecho cine, claro está, pero muchas de sus mejores interpretaciones fueron en los famosos "Estudio 1", que era teatro pensado para la televisión, además, claro está, de en los propios teatros.
"Sesión contínua" fué en su día, nominada al Oscar a mejor película extranjera. Sólo un par de años antes ó tres, ganó Jose Luis Garci tan preciado galardón por "Volver a empezar". Era muy difícil que volviese a llevárselo, pero, en mi opinión, como película de "cine dentro del cine" es de lo mejor que he visto. El film habla de dos amigos, uno guionista de cine y teatro, (Puente), y el otro, director de cine, (Marsillach). La productora que les contrata siempre, es la regentada por el personaje de Bódalo. Es evidente el amor y la pasión por el cine de éstos dos amigos, pero llega a tal extremo, que la mujer de uno de ellos, (Puente), está a punto de separarse de él, después de toda una vida juntos, y las hijas del otro, (Marsillach), cada día se distancian más de su padre. Pero eso no es todo... también el hijo del productor, (Bódalo), está al borde del abismo. En ésta parte de la historia está lo más dramático, con una actuación de Bódalo que resulta memorable, brillante tanto en lo cómico como en el citado drama. Fué uno de sus últimos papeles. Una pena porque era un actor completísimo.
A quien le guste de verdad el cine, verá con gran ternura la secuencia en que guionista y director, hablan en una terracita de Lago, creo, en la Casa de Campo, sobre su nuevo guión. Empiezan con un "Entonces nos cargamos al ministro", dando la impresión a cualquiera que los oiga, que se trata de dos asesinos cuando no terroristas. Un viejo que les oye, paga su caña y se vá espantado. Luego, claro, acaban hablando del guión. Buenísimo. Ó cuando el productor ha escuchado las peticiones de guionista y director, y les responde con la realidad. Una parte concreta me encanta; "Y de rodar en la playa de Lisboa olvidaos... ¡Que teneis aquí al lado el pantano de San Juan!". En el cine muchas veces pasa eso.
En resumen, GRAN PELÍCULA SOBRE CINE DENTRO DEL CINE. Puente, Marsillach y Bódalo SUBLIMES. UN 10 EN LO SUYO.

martes, 28 de junio de 2011

"YO HICE A ROQUE III" (1980)

En éste blog tiene cabida todo el mundo que ha hecho cine, y el trío formado por Andrés Pajares, Fernando Esteso y Antonio Ozores, dirigidos los tres por Mariano Ozores, no iba a ser menos, más si hablamos de ésta película, en mi opinión la mejor de ellos junto a "¡Todos al suelo!". No pretendo justificarme con ésta introducción, pero es sabido por muchos que la gran mayoría del público en general parece detestarles, y el resto,simplemente, adorarles. Yo, ni una cosa ni otra. Admito que tienen cosas malas, nefastas tal vez, pero también cuentan momentos muy divertidos, y como la finalidad de una comedia es hacer reir, el objetivo lo cumplen, sobre todo porque hablan a la perfección de lo cutres que somos a veces, en general. La historia de ésta película trata, en esencia, del egoísmo antepuesto a la amistad; Federico, (Esteso), es un ex-jockey que ya no monta a caballo porque pesa mucho más de lo requerido, con lo cual ya no se gana la vida con las carreras, sino con lo que le vá saliendo, trabajos en general malos cuando no malísimos. Su mejor amigo, Roque, (Pajares), es un gorrón que lleva años viviendo en casa de Federico, trabajando con él en esos curros tan malos. Pero Roque fué boxeador en su juventud, y cuando Fede se entera por Paco, (Ozores), dueño del gimnasio al que vá a intentar perder peso, que el Campeón de España de la categoría welter, "Kid botija", (Dum Dum Pacheco), busca rival para defender su título pues ya nadie quiere pelear con él, Fede no duda en proponer a Roque, para que así se vaya definitivamente de su casa, apostando, además, en su contra. Puro interés, del uno por gorronear durante años al otro, (Roque a Fede), y del otro por conseguir que el uno se largue de su casa de una vez por todas, (Fede a Roque). Paco tiene lo suyo también, pues en principio apuesta igualmente contra el amigo de su amigo, pero cuando descubre una debilidad del campeón, apuesta por Roque, para hacerse rico. Dentro de los disparates que tienen lugar en la película (atención al entrenamiento y al primer pesaje, memorables), el argumento es hasta creíble si se paran a pensar.
Me parece una película divertida, con unos personajes un tanto miserables pero al mismo tiempo entrañables, y algunos golpes muy buenos, con un combate final muy bien rodado, de buena factura técnica, como muchas películas de Mariano Ozores, director prolífico que en los sesenta llegó a tener hasta tres películas suyas en la Gran Vía madrileña, y todas pasaban del millón ó dos millones de espectadores, aunque siempre fué "apaleado" por la crítica.
Mi nota para ésta película es un 8. Notable alto. Algunos me tacharán de loco, pero, insisto, si la finalidad de una comedia es hacer reir, ésta lo consigue, y con creces. Aconsejo destierren de su vocabulario la frase "La peli es malísima..¡¡ pero me he reído...!!". Es un contrasentido si hablamos de una comedia, porque si ha hecho reir ha cumplido su finalidad. Otra cosa es que tenga dos detalles graciosos y el resto una castaña. Pero no es el caso de ésta. Lo aseguro.

lunes, 27 de junio de 2011

"CINDERELLA MAN" (2005)

En la historia del cine, el boxeo ha dado mucho y muy buen juego. En lo relativo al drama, en no pocas ocasiones, ha sido sinónimo de premios ó nominaciones, pero sobre todo ha dado películas épicas. La que nos ocupa es una historia real, muy bonita, la de un hombre que empezó triunfando, con dinero, que conoció la derrota y con ello la pobreza, y que, aprovechando una oportunidad que se le presentó, volvió a triunfar y a no pasar más penurias. Todo con el apoyo incondicional de su familia y de su mejor amigo, su preparador y promotor, quienes siempre confiaron en él. Al comienzo de éste film, un texto nos hace una idea de lo que vamos a ver, algo así como "Si hay una historia bella sobre boxeo, digna de ser contada, esa es la de James J. Braddock, "Cinderella man" (el hombre cenicienta). En efecto, lo es. Russell Crowe está fenomenal en mi humilde opinión, y si digo siempre que toda película tiene un momento, una secuencia que no se olvida, en ésta es aquella que Braddock, sin un centavo y con su familia en serios apuros, visita a los magnates y promotores de boxeo, (tanto los que le ayudaron como los que lo hundieron), gorra en mano, para pedirles ayuda. Conmovedora e inolvidable. Paul Giamatti, quien interpreta al mejor amigo de Braddock, además de su preparador y quien le busca combates para salir adelante, también está impecable. Pero es que incluso René Zellgewer que es de las pocas actrices que no me gustan, está aquí más que correcta en su papel de esposa incondicional del protagonista. El resto del reparto está también muy bien. Es una bellísima película, que habla de lo que muchos pensamos; que un día estás arriba, otro abajo... ¡pero que puedes volver a estar arriba de nuevo!. La cosa está en no dejar escapar oportunidades. A mí me emocionó, y recuerdo en la sala de cine donde la ví, cuando se estrenó, que la gente reaccionó al final como si estuviese ahí, en la película. Y eso hacía tiempo que no lo veía.
Un 9 para ésta película, un ejemplo sin duda, sobre todo porque lo que cuenta ocurrió de verdad. Emotiva, sincera, y muy bien interpretada y dirigida.

domingo, 26 de junio de 2011

"EL CRACK" (1981)

Película diferente a todo lo visto en la cinematografía de nuestro país, si bien hubo buenas películas en los 50 con elementos de cine negro ó policíaco.
La que nos ocupa es de comienzos de los 80, y sobre todo nos muestra a un Alfredo Landa irreconocible. Si en "El puente", de 1975, ya hizo un papel con tintes dramáticos, después de aquella etapa cómica a la que él mismo dió nombre, (el archiconocido "landismo"), y en "Las verdes praderas", de 1979, igualmente dirigida por Jose Luis Garci, (como ésta), bordaba el melodrama, en "El crack" interpreta a un tipo duro, Germán Areta, el cual se define a sí mismo en una frase dicha en un momento concreto del film "Sé que tengo cara de gilipollas, pero me jode la gente que se fía de las apariencias". La película trata de un modesto pero eficiente detective, Areta, al cual se le encomienda un  trabajo; buscar a la hija de un importante empresario, desaparecida. Aparentemente no es algo del otro mundo, pero el asunto se complica por momentos, conforme avanza la película. Una amiga suya y su niña, como una esposa y una hija para él, se verán también implicadas casi sin quererlo. Tuve ocasión de verla en la Filmoteca, y la reacción por parte del público y un servidor en un momento clave del film que no diré cual es, fué de las que no se olvidan. La película está fenomenalmente interpretada por la práctica totalidad de actores que intervienen, pero especialmente por sus protagonistas; Alfredo Landa, María Casanova, Miguel Rellán, José Bódalo y Manuel Tejada. A destacar el papel entrañable del barbero habitual de Areta, siempre hablando de boxeo, tan presente en el cine negro. El tipo le habla siempre como si hubiese vivido toda la vida en Nueva York, y dá la impresión que no ha pisado aquello en su vida. Mítica su frase "¡En el Madison Escuare Garden!". Cuando ocurre algo que no desvelaré, el citado barbero afeita a Areta por primera vez sin articular palabra. Un gran momento, por emotivo.
A mi parecer, y aunque hoy día se han hecho muchas cosas sobre materia policíaca o de cine negro, (especialmente en televisión), ésta película fué en su momento algo digno de ser visto, (y aún hoy día), y, en esa secuencia de la que no quiero hablar por no desvelarla... se sufre, se siente y se padece.
Mi nota para ésta película es un 9. Sobresaliente. Y me encanta la adaptación de "Merci, chérie" por parte de Jesús Gluck. Esas versiones al piano en otras películas de Garci como la de "Unchained melody" en "Sólos en la madrugada", es una lástima que no estén editadas. Son preciosas, melancolía pura. Y no se pierdan cómo aparece Madrid en ésta película.

viernes, 24 de junio de 2011

"LA CLASE OBRERA VÁ AL PARAÍSO" (La classe operaia va in paradiso,1971)

Película con evidente contenido político, dirigida por Elio Petri y protagonizada por Gian María Volonte', director y actor que ya coincidieron un año antes de ésta en otro film de largo título; "Investigación sobre un ciudadano libre de toda sospecha", Oscar de Hollywood a la mejor película extranjera a comienzos de los setenta. Ambas triunfaron en el Festival de Cannes de aquellos años, lo que dá una idea de la repercusión que tuvieron sendos títulos. A mí, particularmente, las dos me gustan, pero ésta la considero más "cercana", pues habla de los peligros del trabajo cuando éste se convierte en una obsesión, además de en algo terriblemente mecánico.
Volonte' interpreta aquí a un currante que decide trabajar a destajo, y no en sentido figurado, sino real, es decir, cuatro ó cinco veces más rápido que otros y sin moverse del sitio en horas, siempre frente a una máquina. Un ejemplo para muchos, una pesadilla para otros. El hombre está cada día que pasa más alejado de la realidad y más obsesionado con su trabajo, pero un día pierde un dedo en un accidente con la dichosa máquina, y pasa a convertirse en un emblema para los sindicalistas, aquellos que discrepaban y mucho de su actitud inicial como currante a destajo, y al que ahora quieren vender como un ejemplo de los peligros de trabajar de ese modo, hasta el punto de poner en peligro su salud, su físico. El mismo personaje de Volonté se plantea seriamente ponerse del lado de los sindicalistas, llegando a ofrecerles su casa, y, en un momento dado, éstos se van de la misma, aunque también su mujer, harta de tanta tensión, llevándose también a su hijo. La clave de la película está en un par de visitas que éste hombre hace a un viejo amigo, ex-currante a destajo como él en la misma fábrica, y que pasa sus últimos años en un manicomio. La primera vez, su amigo le avisa de los peligros de llevar algo al extremo... la segunda, dá la sensación que el protagonista acabará igual que dicho amigo. Puede deducirse que "el paraíso" del que habla el título es el manicomio, la locura, al igual que en su anterior película, el "ciudadano libre de toda sospecha" del título, es un policía que mata y vá dejando pruebas, a propósito, para demostrar que cuando es un representante de la ley quien incumple ó viola esa ley, ó no se le juzga igual que a los comunes mortales, o, directamente, no se le juzga. Kafkiano.
Mi nota para ésta película es un 8, pero Volonte' está de diez. Notable alto en cualquier caso.

jueves, 23 de junio de 2011

"BALADA TRISTE DE TROMPETA" (2010)

Soy consciente desde un principio, que ésta película es de las que más controversia puede crear entre la gente que la haya visto. Es dura, incómoda de ver en ocasiones, y por momentos exagerada en varios aspectos, incluso rozando el surrealismo, especialmente hacia el final.
Os contaré que tuve ocasión de trabajar un año, a razón de un día ó dos por semana, en el programa "La hora chanante", de Paramount Comedy, con, entre otros, Carlos Areces, co-protagonista de ésta película. Su humor es del estilo de un Buster Keaton, casi impertérrito ante la situación más compremetedora posible, sea cómica ó peliaguda. Si dijese que en un circo sería el llamado "payaso triste" estaría en lo cierto. Pues bien, ese es precisamente su papel en ésta historia. Pero también interpreta hacia la mitad a una especie de ermitaño, y, en una secuencia que me recordó poderosamente a Alfredo Landa en "Los santos inocentes", (la de la cacería), a un siervo que hace las veces de perro en busca de las presas cazadas por los "señoritos", para convertirse después, (y aquí es donde muchos consideran que la película se sale de madre), en un vengativo personaje, lleno de odio y rencor, ametralladoras en mano. Sólo puedo decir que Carlos mereció cuando menos la nominación a mejor actor revelación ó incluso protagonista, cosa que no se produjo. Habida cuenta que la película obtuvo muchas nominaciones, no comprendo cómo él no estuvo entre ellas, ganase o no.
Su compañero de reparto, el otro co-protagonista, Antonio de la Torre, está de miedo, y nunca mejor dicho, porque hacía tiempo que no me sentía tan mal ante un personaje como el que interpreta, payaso bueno y divertido para los niños, y maltratador con su novia y prácticamente todo aquel que trabaja a su lado en el circo. El chiste que cuenta al comienzo, es siniestro de verdad, hasta el punto de crear un mal rollo latente en todos los espectadores en la sala ó en el salón de cualquier casa donde se vea ésta película. De verdad, es un papel que no querría interpretar nunca, y el hombre lo borda.
A destacar la actuación de Segura y Fofito en el comienzo, y los títulos de crédito, de los que ya se ha dicho de todo y más, y siempre bueno. Son espectaculares. Y la intervención de habituales con Álex De La Iglesia, director de la película, como Terele Pávez, Sancho Gracia y Manuel Tallafé. Carolina Bang, ni me gusta ni me disgusta, pero tiene momentos muy buenos y su papel no es nada fácil. La película te deja mal cuerpo en general , pero si te crees la historia y te metes en ella, (que de eso se trata en el cine), te das cuenta que has visto algo diferente, y eso se agradece. Además, es una historia de amor tremenda, por cruel e, (insisto), a ratos incómoda de ver. También está todo muy bien recreado, tanto la etapa de la guerra civil como la de la España de los años setenta, una época plena de todo, bello y trágico.
Me reitero... sé que muchos discreparán de mi opinión y más aún cuando sepan cual es mi calificación para ésta película, pero a mí me hizo sentir muchas cosas, tanto agradables como desagradables, y eso ya sólo eso es un punto a su favor.
Mi nota para ésta película es un 8, pero admito que no es plato de buen gusto en no pocos momentos. No es una película para pasar un buen rato, pero sí para ver cómo el cine remueve conciencias y estómagos también.

"HURACÁN CARTER" (The hurricane, 1999)

Película emotiva donde las haya. Uno, de entrada y hasta el final, siente desprecio por el policía racista que persigue casi desde que era un crío a Rubin Carter, el que llegase a ser boxeador, conocido como "The Hurricane" y cuya historia real inspiró la famosa canción de Bob Dylan. El hombre, a los 50 años, ya había pasado 30 en la cárcel, y todo por una persecución en toda regla por parte de ese policía y de quienes le rodeaban, incluso por parte de los jueces en aquel estado al que pertenecían, quienes aprovecharon un asesinato en una cafetería para acusar a Carter y a un pobre admirador que iba con él, como culpables del crimen. Lo impresionante de ésta historia, es como deriva en algo mágico, y es en lo relativo al personaje de un joven negro, Lesra, el cual forma parte de un proyecto de educación universitaria especial, para jóvenes de barrios marginales, empezando por lo más básico, aprender a leer y escribir. El chico, como primer libro que cae en sus manos, dá con la biografía de Rubin "Huracán" Carter. Poco a poco se interesa por su vida hasta tal punto, que, con ayuda de sus propios educadores, (dos hombres y una mujer), se implican en el caso, para intentar ayudarle. Frases como "las palabras son más fuertes que los puños" ó simplemente los diálogos entre Lesra y Rubin en la cárcel, le ponen a uno la piel de gallina. Es una película maravillosamente interpretada. Incluso en un breve papel de juez, ya en otro estado, Rod Steiger lo borda a pesar que sólo interviene unos minutos en todo el film. Y bueno.. Denzel Washington, actor que siempre me ha gustado en general, merecía el oscar por ésta película, porque su transformación del arrogante y en plena forma Rubin "Huracán" Carter al débil y frágil hombre que asume su vida en la cárcel y no quiere crear problemas a nadie, ni tan siquiera a quienes quieren ayudarle... es algo digno de ser visto por cualquiera que aspire a actor, ó simplemente quiera ver un ejemplo de interpretación. Y no lo digo por ganar peso y músculo y luego perderlo... en absoluto ... lo digo por la transformación personal.
Es un drama el 90% de su metraje, pero hay momentos que hacen sentir que aún el ser humano tiene cosas maravillosas. El final, que no desvelaré, es un momento inolvidable y que quedará grabado para siempre en la memoria de quien lo vea, como fué mi caso.
Un 10 para ésta película, y si se pudiera, un once para Denzel Washington. Y el actor que interpreta al policía racista, también está de oscar. La película hará llorar a más de uno, aviso.